jueves, 6 de noviembre de 2014

Producción de un film: Preparados, listos... ¡ A rodar!

Una vez hemos conseguido el equipo, una aceptable organización del mismo, y financiación, es hora de ponerse manos a la obra, amigos. Pero antes de encender las cámaras, es preciso realizar una leve organización del trabajo partiendo del guión técnico, que explicaremos más adelante y de los desgloses. 

Los desgloses recogen una organización por secuencias de los actores que aparecen, localizaciones, vestuario, etc. A partir de estos, realizaremos el plan de rodaje, que nos permitirá ordenar el tiempo de rodaje y establecer el número de dias y coste de rodaje. Ordenaremos las secuencias agrupándolas por espacio-tiempo y no de forma cronológica. 

Normalmente, se comienza a rodar en exteriores, pero también se tienen limitaciones para rodar en interiores reales o naturales, si precisamos de permisos limitados. A la hora de hacer el plan de rodaje, habrá que tener en cuenta las limitaciones de tiempo de los actores y el alquiler de equipo para aprovecharlo al máximo, además de los horarios de descanso. 
Y una vez organizado todo, ¡comienza el espectáculo! A primera hora, los ayudantes de producción van reservando el espacio donde se va a rodar y el ayudante de dirección realiza las ordenes de rodaje que entregará a cada miembro del equipo al final del día, donde se especifican secuencias a rodar, comida, descanso, hora y lugar de citación. Para cuando llegue todo el equipo debe estar establecido el catering. 

El equipo de cámara preparan los accesorios necesarios para comenzar a rodar y el director de fotografía va disponiendo los focos de iluminación. Paralelamente, una vez ha finalizado el maquillaje y la peluquería, vestuario se encarga en los camerinos de los actores; y en atrezzo, coordinados por los técnicos de efectos especiales, preparan los elementos que se precisen (armas, etc.). 

Tras varios ensayos de los actores, claqueta al aire por el auxiliar de cámara y comienza el rodaje, realizando los descansos oportunos. 


Es normal que existan factores que afecten al desarrollo del rodaje lo que se conoce como desórdenes imponderables. Que la localización no esté disponible, el retraso de un actor, malas condiciones meteorológicas, etc. Estas últimas pueden ralentizar mucho un rodaje, la lluvia, los cambios de luz... 

También los habitantes del lugar pueden plantear problemas que, salvo excepciones, se resuelven con diálogo. Sólo en casos extremos, y con la máxima discreción, se debe recurrir al pago de dinero. Para evitar todo esto, es importante una buena organización, y tomar precauciones y tener posibilidades en caso de que falle algo. 

Al final del día, el auxiliar de producción recogerá las cintas de sonido y la película rodada y las llevará al laboratorio para revelarlas y comenzar el montaje. Y todos a descansar para comenzar otro día de duro rodaje.

Foto rodaje de `El Hobbit´

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