viernes, 10 de octubre de 2014

Tecnología del cine. ¡Abracadabra! LLegan los efectos especiales

Hablar de efectos especiales implica que a nuestra mente vengan siempre imágenes de extraterrestres, naves espaciales, explosiones colosales y demás. Hoy en día es prácticamente imposible imaginar algo que no pueda crear el cine, ahí reside su magia.

En el cine clásico, en la misma cámara podían realizarse efectos como el fundido a negro, abriendo o cerrando el diafragma según lo que queramos conseguir. Los encadenados permiten que una imagen se transforme en otra desvaneciéndose la primera por arte de magia. Las sobreimpresiones permiten superponer una imagen a otra sin fundido.

También puede modificarse la velocidad para crear la cámara lenta y la cámara rápida. La ralentización se obtiene rodando a más fotogramas por segundo y para acelerar la acción habrá que rodar a menos fotogramas por segundo.

La técnica del rodaje fotograma a fotograma de la animación para crear movimiento se ha visto resurgir en el moderno concepto de STOP MOTION, por lo que al igual que con la ropa, hay cosas que siempre vuelven.


Aquí os dejamos con un stop motion muy creativo y con el que quizá os entren ganas de cocinar de una forma `diferente':


Por otro lado, las técnicas de composición permiten la posibilidad de añadir un fondo inexistente a un paisaje, colocando un matte painting dibujado sobre un cristal situado entre cámara y el paisaje. Es posible también crear la silueta fantasmal de un actor sobre un espejo semitransparente colocado a 45º entre cámara y fondo. Si en vez de un actor proyectamos una imagen y como fondo usamos una pantalla de gran reflexión mezclándolo con un decorado habremos utilizado la técnica denominada proyección frontal (front projection). Si esta proyección la utilizamos sobre una pantalla difusora tras los actores y frente a cámara lo denominaremos retroproyección y es la habitual cuando vemos pasar un fondo tras un coche cuyos interiores se habrán rodado en estudio.


Y llegan los efectos digitales conquistando todo a su paso. Las imágenes creadas a ordenador nos permiten llevar la magia del cine a su punto álgido, con seres y objetos tridimensionales. El proceso de creación suele ir desde un boceto hasta la modelación en una figura de escayola que se escanea y a través de un programa informático se le proporciona sensación verosímil de movimiento y de vida.

Los píxels darán mucho juego para experimentar en la deformación de las estructuras: deformaciones, estiramiento... En los 80, surge una técnica que revolucionó el cine: el morfing o la metamorfosis de un elemento corpóreo a otro en continuidad espacio temporal. Esto se muestra claramente en la película Terminator 2: El Juicio Final de James Cameron en 1991.

Para recrear el movimiento y el dinamismo en los seres humanos virtuales se procede primeramente a capturar imágenes del movimiento en actores reales. Para ello se rueda con varias cámaras de alta velocidad, por ejemplo a 60 fotogramas por segundo, a una persona, a la que se le han pegado Led Tracking Markers (señales reflectantes) en puntos escogidos del cuerpo. El sujeto realiza las acciones convenidas y la lectura que cada cámara hace de las señales reflectantes se transfiere a un ordenador donde, ralentizada o alterada, se transforma en una estructura de varillas que sirve de base al esqueleto desde el que se crea el personaje.

Y no podía ilustrarse mejor este efecto que con el mítico `Mi tesorooo':



En casi todas las películas del Hollywood actual se utilizan efectos digitales. No sólo para recrear seres sino también espacios y lugares. Como por ejemplo, en El Señor de los Anillos, para las escenas de batalla.

En España, aunque menos extendido, se han utilizado estas técnicas en algunas producciones. Cabe destacar el gran trabajo realizado en la serie de televisión Velvet realizado por la empresa Entropy Studio y que podéis ver aquí. No tiene desperdicio¡¡


http://www.antena3.com/series/velvet/makingof/desvelamos-efectos-especiales-velvet_2014021900182.html

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